La existencia de programas fundamentalistas de conversión gay cristiana para adolescentes puede parecer una institución extraña, cruel y particularmente americana. Sin embargo, en un mundo en el que figuras políticas ricas como Nigel Farage y Donald Trump todavía pueden quejarse (casi a diario) de los ataques de las’élites’, la posición de los fundamentalistas no debería parecer tan misteriosa. En The Miseducation of Cameron Post, de Desiree Akhavan, también creen que los marginados de la sociedad son los que toman las decisiones y lo arruinan todo con su malvada agenda, mientras que el resto del mundo sigue adelante con complacencia.