Overlord es una película muy complicada. Los primeros diez minutos son tan intensos como cualquier cosa que veas este año. Un escuadrón de paracaidistas sobrevuela la Alemania nazi, sólo para que el avión sea disparado por fuerzas enemigas, lo que provoca que se incendie. Los hombres se apresuran a saltar. En un deslumbrante disparo ininterrumpido, caemos con uno de ellos mientras cae del cielo, las balas y los aviones que explotan llenan el espacio detrás de él. A partir de ahí, la película va a lugares cada vez más escandalosos, ya que mezcla un drama tradicional de la Segunda Guerra Mundial con un horror extremo. Esa naturaleza impredecible hace que Overlord sea fascinante.