Pauli, el Millerentor, está enclavado en el tradicional barrio obrero de la ciudad, y sus seguidores se han hecho famosos por su postura política antirracista, antifascista y antihomofóbica. El día del partido, la animosidad entre los aficionados era palpable, lo que provocó que la sede principal del festival, el Dammtor Cinemaxx, estuviera rodeada por policías armados. Sin embargo, a pesar de toda la fanfarria, el partido terminó en un decepcionante empate sin goles, en el que ambos equipos adoptaron un enfoque cauteloso. Afortunadamente, en el programa del Festival de Cine de Hamburgo no hubo señales de esta desunión o precaución.